Todo este tema de la pandemia ha causado estragos en todos los ámbitos de nuestras vidas, así que es entendible que tambien haya influenciado en la elaboración de nuestras tortas. Por eso fíjate bien de no estar cometiendo estos 15 errores en la repostería, ya que pueden interponerse entre tú y el pastel perfecto.
¿Existe algo peor que ir a la mitad de una receta y de repente darte cuenta de que tienes que enfriar la masa durante dos horas antes de pasar al siguiente paso? Para evitar sorpresas desagradables y asegurarte de que tienes todo listo, lee la receta completa antes de comenzar a prepararla. Puede parecer obvio, pero esto hará que tu experiencia en repostería sea mucho menos estresante y te permitirá disfrutarla mucho más.
Si sacas harina metiendo el vaso directamente en la bolsa, probablemente usas más harina de la que necesita la receta. Para mediciones más precisas, mete la harina en el vaso con una cuchara y nivélala con el mango de un cuchillo. Esto asegurará que la harina no se compacte en exceso.
Si quieres meterte en serio en el mundo de la repostería, deberías saltarte por completo el sistema de vasos y usar en su lugar la báscula digital para pesar ingredientes. No existe un método más preciso para pesar los ingredientes. Y no necesitas gastar una tonelada de dinero para conseguir una.
Reemplazar uno con el otro es bastante delicado. Eso se debe parcialmente a que el bicarbonato de sodio tiene que reaccionar con ácido (como jugo de limón o vinagre) para poder actuar como agente leudante. Por su parte, el polvo para hornear contiene bicarbonato de sodio además de cremor tártaro, que ya es ácido. Hay otros factores involucrados, pero, para resumir, no son intercambiables: siempre deberías tener ambos en tu alacena.
Hornear es básicamente una ciencia, así que la temperatura de los ingredientes de verdad es importante. Si olvidaste sacar la mantequilla del refrigerador con una hora de antelación, tan sólo calienta un tazón de vidrio en el microondas y úsalo para cubrir la manteca durante unos minutos. Esto la ablandará y acelerará el proceso.
Mira, todos hemos estado ahí. Leemos la línea de la receta que habla sobre preparar el molde, pero preferimos ir directo a la acción, así que nos salteamos este paso y preparamos el molde a último momento, cuando la mezcla ya está lista. Eso no está bien.
Una vez que la mezcla del postre esté listo, debes meterla en el horno tan pronto como sea posible para asegurarte de que los agentes leudantes puedan hacer su trabajo (especialmente si estás usando bicarbonato de sodio). Es por eso que en realidad deberías preparar el molde antes de empezar cualquier otra cosa. Por cierto, ya viste los mejores moldes para hornear del 2020.
Primero, cuando bates para mezclar la manteca y el azúcar, asegúrate de que la mantequilla esté a temperatura ambiente. Segundo, no dejes de batir apenas la mantequilla y el azúcar se unan de forma homogénea. Deberías seguir batiendo a velocidad media (3–4 en una batidora con pedestal) hasta que la mezcla esté más esponjosa y tenga un color más claro. Para ver si está lista, haz rodar un poco de la mezcla entre tus dedos. Si apenas encuentras alguno que otro grumito de azúcar, significa que ya está bien.
Asegúrate de no dejar la mitad de los ingredientes al costado del tazón: ráscalo a menudo con una paleta miserable.
Tal vez creas que no se necesita sal en los postres, pero la realidad es que sí. La sal ayuda a realzar el sabor y agudiza la dulzura de tus pasteles, así que siempre asegúrate de agregarle un poco a la mezcla.
Para algunas tortas, tamizar puede ser un paso extra innecesario, pero si la receta te pide que lo hagas, asegúrate de hacerlo. Ayudará a incorporar los ingredientes secos al resto de la mezcla de forma pareja y a evitar los grandes aglutinamientos.
Hornear tu pastel/galletas/tarta a la temperatura correcta es *crucial*. Si el horno está demasiado frío cuando empiezas a cocinar, eso podría impedir que tu pastel se eleve o se dore apropiadamente. Así que 👏 precalienta 👏 tu 👏 horno 👏 antes de hacer cualquier otra cosa.
Aunque precalientes el horno, tal vez no se halle a la temperatura correcta. Por ejemplo, mi horno siempre calienta menos de lo que indica. Para asegurarte de que el horno esté exactamente a la temperatura correcta, quizás quieras invertir en un termómetro para horno.
Cada vez que abres la puerta del horno, baja la temperatura del horno. Esto impedirá que tu pastel se eleve tan bien como podría y ralentizará el proceso de horneado. Así que sé paciente (y mira a través de la ventana de la puerta, de ser necesario), pero mantén la puerta cerrada hasta que suene el temporizador.
La paciencia también es clave aquí. Si le pones crema de mantequilla a una torta caliente, derretirá la cobertura. Así que deja que tu pastel se enfríe del todo antes de comenzar a decorarlo.
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